El esqueleto de los sapos
El esqueleto de los sapos (Muestra del Mes de octubre) está adaptado a su vida semiacuática y terrestre. Su cráneo es ligero y aplanado, facilitando su movilidad tanto en agua como en tierra. Su columna vertebral es corta y rígida, con menos vértebras que otros vertebrados, lo que les otorga una estructura compacta. Además, los sapos no tienen cola en la adultez.
La cintura escapular es robusta y está diseñada para absorber el impacto de los saltos, conectando las extremidades delanteras con el cuerpo de manera eficiente. Las patas delanteras son cortas, adaptadas para el apoyo y la absorción de impactos, mientras que las patas traseras son mucho más largas y potentes, adaptadas para el salto y la natación. Los dedos delanteros, más cortos, están diseñados para el agarre. Estos rasgos hacen que los sapos estén bien adaptados a moverse tanto en el agua como en tierra firme.
Este tema estuvo a cargo de Cristian Marte.