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NOVITATES CARIBAEA

, No. 10, 2016

INTRODUCCIÓN

Entre las islas que baña el mar Caribe, La Española (o Hispaniola, como también se le

conoce), con 76 480 km

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, es la segunda en extensión y conjuntamente con Cuba, Jamaica y

Puerto Rico integra las Antillas Mayores. Su territorio está políticamente compartido por dos

países: la República de Haití en el oeste y la República Dominicana, que ocupa las dos terceras

partes orientales. La isla es mayormente montañosa y está surcada del noroeste al sudeste

por varias cordilleras paralelas y mayormente aisladas entre sí: la más extensa de ellas es la

Cordillera Central, cuya máxima elevación (3 175 msnm) constituye la más importante de todo

el archipiélago antillano. Gran parte de la vertiente meridional y ciertas áreas de la septentrional

están cubiertas por vegetación xerófita o semixerófita.

La historia de esta isla recoge constantes cambios, tanto en su nombre como en el territorio

ocupado por los estados que la integran, dando origen a confusiones e incertidumbre respecto a

la verdadera localidad de algunos táxones descritos o registrados de sus predios. Los aborígenes

de ascendencia arahuaca nombraban de manera diferente diversas regiones de la isla, siendo

Haití uno de esos nombres. En diciembre de 1492 Cristóbal Colón la bautizó La Española

(nombre que el italiano Pedro Mártir de Anglería latinizaría como Hispaniola) y en 1697, por

el Tratado de Rijswijk (o Ryswick) España cedió a Francia la porción occidental de la isla, la

que pasó a nombrarse Saint Domingue; la otra parte continuó en su poder y fue conocida como

Santo Domingo. Casi dos siglos más tarde, los eventos políticos que tuvieron lugar durante

la primera mitad del siglo XIX derivaron en las declaraciones de independencia de las dos

repúblicas que hoy comparten la isla. Por esto, los especímenes colectados antes del siglo XX

han sido mencionados indistintamente como procedentes de Haití, La Española, Hispaniola,

Saint-Domingue, SantoDomingo y otros nombres usados. Por estas consideraciones, entendemos

que la mejor manera de esclarecer su origen es analizar cuidadosamente la fecha de captura,

etiquetado y/o publicación de los especímenes.

Palisot de Beauvois (Ambroise Marie François Joseph Palisot, barón de Beauvois,

1752-1820) arribó en 1778 a Haití, donde vivió varios años, durante los cuales recolectó insectos

y arácnidos (Wetherbee, 1989). En 1805 comenzó a publicar los resultados de sus investigaciones,

las que con su muerte quedaron inconclusas. Entre los alacranes que mencionó de esta isla se

halla

Scorpio americanus

[según Fet y Lowe (2000: 282), una grafía incorrecta de

Scorpio

americus

Linnaeus, 1758 y un error de identificación, posiblemente referido a

Centruroides

nitidus

(Thorell, 1876)], en tanto

Scorpio lepturus

[=

Opisthacanthus lepturus

(Palisot de

Beauvois, 1805)] fue erróneamente descrita como de Sudamérica. Durante mucho tiempo se

creyó que esta era la misma que habita en Panamá y Colombia, pero Armas y Marcano Fondeur

(1992), al comparar ejemplares de Panamá con los de República Dominicana, concluyeron

que ambas poblaciones diferían taxonómicamente y que los especímenes dominicanos eran

similares a los tipos de

Opisthacanthus kinbergii laevicauda

Thorell, 1876, descrita de una

localidad desconocida, por lo que la elevaron al nivel de especie y la consideraron endémica de

La Española . Lourenço (1995), examinó la antigua colección de alacranes de Eugène Simon,

depositada en el Museo Nacional de Historia Natural (París) y localizó lo que pudiera ser el tipo

de

O. lepturus

: un macho adulto (RS-0305) recolectado en “Saint-Domingue” [posiblemente

Haití en vez de República Dominicana, como erróneamente citó Fet (2000: 402)]. Ciertamente,

este ejemplar no es asignable a

O. elatus

pero es similar a

O. kinbergii laevicauda

, por lo que

Lourenço (1995) reconoció la validez de

O. lepturus

(cuya distribución restringió a La Española)

y de

O. elatus

e incluyó a

O. kinbergii laevicauda

en la sinonimia de la primera.

Thorell (1876) describió de esta isla cinco especies de Buthidae:

Centrurus nitidus

,

Centrurus tenuis,

Centrurus republicanus,

Isometrus antillanus

e

Isometrus crassimanus

.